Posiblemente José María Hinojosa Cobacho “El Tempranillo” encarne mejor que nadie la figura del bandolero andaluz. A nuestros días han llegado multitud de aventuras e informaciones sobre su vida, carácter y rasgos generosos, que encajan a la perfección con el bandolerismo romántico.
El primer amanecer de José María fue un 21 de junio de 1805, en Jauja, una pedanía de Lucena (Córdoba), bautizado en la Iglesia Parroquial de Señor San José por el cura Don Francisco de Párraga y Mármol el día 24 del mismo mes.
Este pueblo de nombre tan evocador, fue el lugar donde José María creció, en un contexto económico y social difícil, alejado de las grandes vías de comunicación, escenario perfecto para coquetear con el contrabando y el bandolerismo.
Abordamos su huella desde la rigurosidad histórica, acercándonos a la persona y al personaje, al delincuente y al mito, una huella que llega hasta nuestros días y lo convierte probablemente en el bandolero andaluz más popular y en el líder de nuestra partida “Los niños del Olivar”.
Su fama traspasó fronteras y sus andanzas fueron conocidas en Inglaterra, Francia, Holanda y Estados Unidos, e hicieron correr ríos de tinta de la mano de escritores y periodistas extranjeros como Richard Ford, Prosper Merimée, Théophile Gautier o Adolfo Custine, entre otros.
Hasta nuestros días ha llegado fruto al boca a boca, el motivo que convirtió a José María en “El Tempranillo”. Cuentan que, en la década de 1.820, un 29 de septiembre, durante la fiesta de la romería de San Miguel, se ve involucrado José María en una reyerta amorosa y acaba matando al rival. Como el homicidio era castigado con la pena capital, decide echarse al monte.
En poco tiempo forma una partida de hombres, entre los que cabe destacar a Juan Caballero Pérez, alias “El Lero”, natural de Estepa; José Ruiz Germán, alias “El Venitas”, natural de Badolatosa; y Francisco Salas, alias “El de la Torre”, concuñado de José María.
Cuentan que su partida se caracteriza por eludir los procedimientos violentos, siendo el objetivo de sus asaltos exigir tributo a los viajeros, quedando exento de cualquier tipo de daño quien lo pagase o hubiese pagado con anterioridad.
Los años comprendidos entre 1.828 y 1.832 son los más importantes en su actividad bandolera. Escapando una y mil veces de la justicia, a pesar de tener su cabeza precio. José María obtuvo el indulto del rey tras un proceso de negociación que se dilató durante meses hasta concluir en junio de 1.832. Quedando constancia del mismo en varios documentos oficiales como pasaportes, actas de Consejo de Ministros, etc..
A la amnistía se acogieron todos los miembros de la partida, unos cuarenta hombres, a excepción de “Veneno”, a quien José María se lo negó por intentar traicionar a sus compañeros entregándolos a las autoridades a cambio de salvar su vida. “Veneno” tuvo un mal final, ya que fue condenado a Garrote el 13 de diciembre de 1.832.
El indulto supone un cambio radical para “El Tempranillo”, pues pasa de ser prófugo de la justicia a contribuir al exterminio de la delincuencia. Muere la mañana del 24 de septiembre de 1.833, tras resultar herido días antes en una reyerta en la Sierra de la Camorra, su cuerpo descansa en el viejo cementerio de Alameda (Málaga), hoy patio de la parroquia de la Inmaculada Concepción.
Al parecer, su muerte no fue fruto del infortunio, sino más bien de un acto organizado por un grupo de delincuentes que no aceptaron el radical cambio de bando que decidió tomar nuestro personaje.
En el momento de su muerte no podemos decir que naciese el mito, ni la leyenda, sino que creció y se multiplicó su alcance puesto que José María “El Tempranillo” ya era en vida un mito popular.
Los meses que van desde su indulto a su muerte, se le relaciona con Richard Ford, viajero inglés con quien entabló amistad; o John Frederick Lewis, quien le inmortalizara en un retrato realizado en los primeros meses de 1.833.
Vinculamos a este célebre bandolero una selección especial del aceite de oliva virgen extra Del Olivo variedad Hojiblanca. Escogemos este oro líquido al tratarse de la variedad más popular en el centro de Andalucía, epicentro de las andanzas de José María Hinojosa Cobacho “El Tempranillo, líder de nuestra partida.
Se trata de un aceite de gran calidad con unas notas de cata sobresalientes llenas de matices:
Fase Visual: Muestra un aspecto verde dorado, esta variedad de olivo se caracteriza por la tonalidad marcadamente blanca del envés de sus hojas.
Fase Olfativa: En nariz irrumpe con un agradable aroma a hierba fresca, que evoca a la higuera, fruta madura y frutos secos.
Fase Gustativa: Es un aceite equilibrado que en boca con un leve toque dulce, ligero amargor y cierta presencia picante en garganta.
PROPIEDADES: Entre sus beneficios para la salud destacamos que contribuye a disminuir el nivel de colesterol, previene el envejecimiento, bueno para la hipertensión, favorece el tratamiento de las enfermedades del corazón y del cáncer, además de estimular, regular y proteger intestino, páncreas, hígado y vesícula.
MARIDAJE AOVE HOJIBLANCA: Ideal en crudo para cualquier plato de la dieta mediterránea, elaboraciones de pescado azul como el atún o salmón, carpaccio, tostadas, ensaladas vegetales y pastas. Es un aceite generoso, si se utiliza para freír crece en la sartén, siendo además muy saludable
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